Peñas

Las Peñas

Las peñas son el alma de la fiesta en Sanfermin, ponen cierto orden en el caos que se genera

Bueno, pues ese marco fijo son las peñas de Pamplona, asociaciones cuyo fin principal, aunque no único, es dar a sus socios cierta infraestructura para Sanfermin y para el resto del año. Luego, naturalmente, una vez comenzada, la cosa se extiende a otras actividades gastronómico-culturales-deportivas que se desarrollan el resto del año, pero sin olvidar su nacimiento y su vocación de asociaciones sanfermineras. 



¿Qué hacen en Sanfermin?

Su protagonismo es absoluto en la corrida en sol, que bien podría llamarse el triunfo de las peñas. Aquí, bajo la protección de su pancarta y vestidas cada una con su blusón distintivo, las peñas reinan sobre la plaza, es decir, sobre el universo.
También llevan el peso de la música callejera. Aunque hay cada vez más charangas pagadas por el Ayuntamiento y a veces toquen mejor, no hay color; sin la contundente música de las peñas, que hasta altas horas de la noche arrastra calles enteras, la fiesta no sería lo mismo. 




Peñas de Pamplona

Las dieciséis peñas de Pamplona son tradicionales, aunque recientes (la más antigua, La Unica data de 1903).

Están constituidas en una federación y publican una revista. También tienen una página web,donde ofrecen todo tipo de información acerca de lo que hacen en Sanfermin y durante el resto del año. A pesar de ser tradicionales, no son inmovilistas: han cambiado mucho, cosa lógica en un organismo que se encarga de gestionar el caos. Hace ya tiempo que admiten mujeres (¡¡menos mal!!). Sanfermin ya no es "el último refugio del macho" que decía Hemingway, y las peñas tampoco. Sus locales, además, han dejado de parecerse a la cueva de Alí Babá y tienen un aspecto cada vez más limpio y acogedor. La civilización avanza de forma imparable.



¿Dónde están las peñas?

La mayoría de las peñas tienen sus locales en la calle Jarauta, bastión del Sanfermin más profundo.

Este es otro de sus "servicios" sanfermineros: unos estupendos bares donde juntarse para la corrida, copear, comer (en algunas de ellas) y dedicarse toda la noche a beber, bailar sin parar y divertirse. Están abiertos casi veinticuatro horas.Por lo demás, no creas que todo pamplonés es miembro de una peña. Entre todas las peñas no llegan a los 5.000 socios (tampoco es mal número), pero en sus trabajosas negociaciones con el Ayuntamiento para conseguir una escurrida subvención juegan con la conciencia general de que son un elemento imprescindible de la fiesta.


¿Dónde se sientan las peñas?

En la plaza de toros de Pamplona la división entre sol y sombra tiene poco sentido, sería más justa la que existe entre peñas y el resto.

 Y es que el ambiente característico de las mismas genera una situación singular digna de vivir. Quien no haya visto una corrida de toros desde el sitio de las peñas no podrá decir que ha vivido las fiestas de Sanfermín completamente.
El que quiera formar parte de este ambiente o evitarlo debe saber que la zona de las peñas corresponde a la que se encuentra encima de los toriles y ocupa una parte del tendido 5, el tendido 6 y una parte del 7. También se extiende a la andanada en sus secciones 11, 12 y 13 y a la grada por las secciones 6 y 7. Tampoco es que se respeten estas divisiones estrictamente porque sería como ponerle puertas al campo pero de hecho éstas existen.
Incluso entre las propias peñas, para saber qué zonas deben ocupar, aunque no las respeten rigurosamente, existen unas líneas rojas que delimitan el sitio de cada peña. Estas indicaciones son sencillas con la plaza vacía pero en Sanfermín el buen ambiente general nos permitirá acabar encontrando la localidad sin problemas. De todas maneras, el anecdotario popular está lleno de buenas historias que empezaron al equivocarse al encontrar el sitio.




Salida de las peñas

Cuando acaba la corrida, las peñas saltan al ruedo, se juntan cada una alrededor de su pancarta y sus bandas de música, y salen de la plaza tocando y bailando, llenos de manchas y vapores. La cosa merece la pena.
Para participar, conviene haber estado en sol durante la corrida, aunque no es imprescindible: hacia las ocho de la tarde abren las puertas del callejón (la entrada del encierro) y se puede entrar en el ruedo libremente para salir con las peñas. Lo que pasa es que en frío es un poco difícil: el estruendo, los apretujones, los pisotones, la sudorina, con todo el mundo cubierto de costras de lo más variado y pegajoso, son difíciles de soportar si no estás debidamente "preparado".
Las peñas salen de la plaza y van juntas hasta la plaza del Castillo, atravesando la multitud que les espera afuera (tarea facilitada por lo que manchan). De ahí va luego cada una a su sede, haciendo un recorrido más o menos largo y con numerosas paradas para abrevar.